sábado, 1 de octubre de 2011

Salmo 18:1-3

¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía!
El Señor es mi roca, mi amparo,
mi libertador;es mi Dios,
el peñasco en que me refugio.
Es mi escudo, el poder que me salva,
¡mi más alto escondite!
Invoco al Señor, que es digno de alabanza,
y quedo a salvo de mis enemigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario